Síndrome del nido, ¡las ansias de que llegue del bebé!

¿Estás en la recta final de tu embarazo y sientes que tienes mucha energía? ¿Tanta que te levantas por la noche para planchar, acomodar la ropa de tu hijo o incluso, limpiar? Entonces no te pierdas este post y descubre todo sobre el síndrome del nido.

Sí, como lees, tiene un nombre curioso pero no debemos olvidar que en el fondo somos animales, tenemos instintos animales que se despiertan fuertemente en momentos de gran importancia de nuestra vida como es el embarazo y el parto.

¿Me acompañas a descubrir todo sobre el síndrome del nido?

¿Qué es el síndrome del nido?

El síndrome del nido suele darse en el último trimestre del embarazo, sobre todo cuando se va acercando el momento del parto, a partir de la semana 37 cuando el nivel de oxitocina en el cuerpo aumenta. Su singular nombre hace honor a los pájaros, quienes trabajan sin cesar para tener todo listo para el momento de empollar. Sin duda, una bonita analogía.

Es posible que sientas energías renovadas y ansiedad por tener todo listo para cuando nazca tu bebé. Por supuesto, no todas las futuras mamis experimentan el síndrome del nido. Las madres más nerviosas y activas son quienes suelen experimentarlo… y cada mujer lo exterioriza de una manera diferente.

Síndrome del nido: ¿cómo se manifiesta?

Síndrome del nido, qué es

Como ya te he comentado, cada mujer lo manifiesta a su manera porque ¡cada mujer es un mundo! Lo normal es que si experimentas el síndrome del nido, sientas unas ganas irrefrenables de poner en orden la casa para la llegada del bebé. Esto va desde limpiar hasta pintar, ordenar o decorar la habitación del bebé. En algunos casos, las futuras mamis se dedican a revisar una y otra vez el bolso para el hospital y a lavar, planchar y ordenar la ropa del bebé.

Los principales «síntomas» por así decir serían:

  • imperiosa necesidad de hacer algo «ya», sin poder esperar para llevar a cabo la tarea, sin importar que sea de noche, por ejemplo.
  • mucha energía y sensación de poder llevar a cabo cualquier cosa
  • obsesionada con los detalles
  • nerviosa porque crees que no llegarás a hacer todo y trabajas a toda velocidad

Por supuesto, el síndrome del nido no tiene nada de malo ni es peligroso… a menos que pierdas la noción de tu propia seguridad.

Cuándo preocuparse por el síndrome del nido

La realidad es que este síndrome es parte del proceso natural de recibir al bebé en casa. Si tienes visitas, seguramente limpies el hogar y lo prepares para recibirlos de la manera más acogedora posible, ¿verdad? Pues con tu hijo pasará lo mismo…

El problema está dado cuando una pierde la noción de los riesgos y de los cambios en el propio cuerpo. Por ejemplo, con una tripa de casi 9 meses no es nada recomendable treparse a una escalera para limpiar el techo ni mover objetos pesados ni realizar tareas demasiado agotadoras y descansar poco.

Si vives el síndrome del nido dentro de los parámetros normales, sin hacer locuras, responderás a tu instinto natural ¡sin poner en riesgo ni tu integridad ni la de tu bebé! Piensa bien antes de hacer lo que tengas en mente, evalúa los riesgos y disfruta de lo que te queda de embarazo. ¡Pronto tendrás a tu precioso hijo en brazos!

Imágenes: Marika Lüders, Pretty Poo Eater

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