¿Has sufrido un aborto y el médico te ha dicho que si no expulsas los restos, deberá realizar un legrado? Antes que nada, lo sentimos. Sabemos por lo que estás pasando, un momento donde las palabras sobran. Desde aquí, te acompañamos y te explicamos qué es un legrado y cuándo se realiza, además de ver qué cuidados deberás tener tras esta intervención.
¿Qué es un legrado?
El legrado es una intervención quirúrgica menor que emplean los ginecólogos para retirar los restos adheridos a la capa mucosa del útero denominada endometrio.
Esta técnica puede llevarse a cabo por motivos ginecológicos, en el caso de que sea necesario estudiar por qué una mujer tiene reglas demasiado abundantes o irregulares, o por motivos obstétricos, cuando es necesario eliminar los restos de la matriz tras un aborto o tras un parto.
Legrado por aspiración
El legrado por aspiración es una de las dos técnicas que se utilizan en la actualidad para retirar los restos del útero, de hecho se trata de la opción más reciente para realizar este tratamiento.
Para ello, el médico te colocará anestesia (local o general dependiendo de su propia evaluación) y procederá a introducir unas varillas en el cuello del útero para ayudarlo a dilatar. Luego, utilizará un equipo que es similar a una aspiradora (de ahí el nombre del método) y que básicamente aspirará los restos desde tu interior.
Legrado por raspado
Por su parte, el legrado por raspado es la técnica más tradicional que consiste de manera sucinta en utilizar una cureta para raspar las paredes del útero y retirar así los restos. En este caso, el doctor también optará por la sedación y por dilatar el cuello de tu útero con varillas antes de iniciar el procedimiento.
La ventaja de la actualidad es que el médico puede guiar su raspado mediante la observación ecográfica. A pesar de ello, el método de legrado por aspiración implica un menor riesgo de generar heridas o lesiones uterinas.
Cuidados tras el legrado
Compartimos contigo algunos consejos para que tengas en cuenta tras el legrado:
- Evita los ejercicios físicos extenuantes o exigentes durante las primeras semanas tras el legrado. Tu médico te indicará el tiempo que debes realizar un reposo relativo.
- No utilices tampones, ni realices duchas vaginales ni baños de tina para evitar posibles infecciones al menos durante las primeras dos semanas posteriores al legrado.
- Consulta con tu médico si sientes mareos, calambres o fuertes cólicos, padeces fiebre u observas un flujo con mal olor.
- Recupérate emocionalmente antes de iniciar la búsqueda de un nuevo embarazo. Haber padecido un legrado no significa que padecerás otro en el futuro. ¡Es posible quedar embarazada tras el legrado!
Vivir un legrado es una experiencia traumática, pero tú eres fuerte y con el tiempo, tu sueño de ser madre ¡se hará realidad!