Hace tiempo que estáis buscando un bebé pero el ansiado embarazo no llega. Habéis hecho estudios de fertilidad, habéis probado con diferentes métodos de fecundación y vuestro sueño sigue siendo eso: un sueño. Poco a poco se va haciendo más fuerte en vosotros la idea de adoptar. Pero también crecen los miedos, las dudas y las preguntas: ¿cuáles son los requisitos para adoptar?, ¿se puede querer a un hijo adoptado tanto como al propio?, ¿es la decisión correcta?
La adopción es un tema que genera dudas, que remueve lo más íntimo del ser humano. Es difícil encontrar respuestas porque cada persona es diferente y siente y vive de manera distinta. Ya sea que decidáis adoptar por problemas de infertilidad, para agrandar la familia o simplemente, porque queréis darle un hogar a un niño que no lo tiene, hoy en Menudos Bebés intentaremos responder a esa gran duda: ¿Adoptar es la decisión correcta?
¿Por qué adoptar?
Exactamente por el mismo motivo por el que habéis buscado un embarazo: porque deseáis tener un hijo. Si sentís que es el momento de formar una familia, os sentís preparados para ser padres y afrontar los cambios que genera tener un bebé o un niño en casa y por algún motivo no podéis concebir, quizá es el momento de pensar en la adopción.
Adoptar es un acto de amor. Vosotros elegís ser padres, al igual que cuando buscáis un bebé, y aunque ese niño o niña no nazca de vuestra unión física, sí lo hará de vuestra unión sentimental. El amor que tenéis entre vosotros es tan grande que queréis compartirlo y realmente, no existe mayor acto de amor que ese, sea vuestro hijo o no de vuestra propia sangre.
La adopción es para toda la vida y debe realizarse con pleno conocimiento de esto, sabiendo que ese pequeño que llegará a vuestro hogar os dará alegrías, felicidad y también algún dolor de cabeza. ¿Estáis preparados para la aventura? Sólo vosotros sabéis la respuesta.
Adoptar: ¿es posible querer a ese niño como a un hijo propio?
Esta es quizá una de las preguntas más complejas de responder porque, como en todo en la vida, no hay una única respuesta. Yo creo que sí, que es posible querer a un niño adoptado como a un hijo propio. Claro que sí. Porque ese niño pasa a ser parte de uno, pasa a formar parte de nuestra vida, aprende de nosotros y se cría a nuestra imagen y semejanza.
Recuerdo cuando era pequeña, tendría unos 6 o 7 años cuando mis tíos dijeron que iban a tener un bebé. Mi tía y madrina no estaba embarazada, había perdido varios embarazos y ya no podía concebir: estaban esperando el llamado del juzgado para ir a buscar a mi preciosa primita. Un bebé que trajo felicidad a toda la familia, que fue esperado y deseado y que, tengo que confesarlo, aún hoy en día siendo toda una mujer, me vuelve loca de amor.
La vida de mis tíos cambió y tanto para ellos como para toda la familia y amigos, mi prima fue su hija desde el primer día. Mi tía no la llevó en su vientre pero la crió, le dio amor, se levantó a darle el biberón cada noche, la cuidó cuando estuvo enferma, le enseñó valores… Hizo todo lo que una madre debe hacer y ¿no la convierte eso en su verdadera y única madre?
Mis tíos aman a mi prima con todo su corazón, tanto como si hubiese nacido de su unión. Así que sí, es posible amar a un hijo como propio. De hecho, citando datos de un estudio de satisfacción con la adopción en Andalucía publicados en la revista Psicothema, «el 77,7% de las familias encuestadas afirmaron que su vida ha sido más feliz a raíz de la adopción y el 91,9% considera positivas sus repercusiones».
El niño no se parecerá físicamente a vosotros pero sí en todo lo referente a valores, gustos y preferencias porque crecerá bajo vuestra tutela, porque le enseñaréis lo que está bien y lo que está mal y es justamente esa enseñanza, esas experiencias en familia, las que lo convertirán en vuestro hijo.
Adoptar: ¿importa la edad del niño en la relación padre-hijo?
Otra de las grandes dudas de muchas parejas a la hora de adoptar es: ¿qué pasa si el niño no es un bebé? Cuando vivís un embarazo, la relación madre-hijo primero y padre-hijo después se forma durante 9 meses, estrechándose después del parto, en el momento en que podéis verlo y cogerlo en brazos. Cuando el niño es adoptado, la relación comenzará a formarse desde el momento en que lo tengáis junto a vosotros.
Si se trata de un bebé, veréis cada uno de sus avances: viviréis su primera sonrisa, sus primeros pasos, sus primeras palabras… Y la relación padre-hijo se forjará de manera natural, casi sin daros cuenta. En el caso de niños mayores, el tiempo y compartir experiencias juntos os ayudará a construir una relación donde no habéis podido disfrutar de los primeros tiempos de su vida. Algunos padres adoptantes sostienen que el amor es incondicional desde el primer momento, sin relación con la edad del hijo, mientras que otros sostienen que el amor crece con el tiempo. Daos tiempo y tened paciencia, compartid momentos con el pequeño y disfrutad de él,,,
Cada pareja debe decidir si adoptar es la decisión correcta o no. El amor mutuo, el deseo de formar una familia y brindarle lo mejor de uno a un pequeño puede mover montañas… La decisión está en vosotros.