Una de las preocupaciones más habituales en las futuras mamás es saber cómo reconocer las contracciones de parto. Si bien escucharás la famosa frase «cuando las tengas, sabrás que son contracciones de parto«, es difícil imaginar la situación y creer que una podrá identificarlas llegado el momento si nunca las ha experimentado, ¿verdad?
Por eso, en Menudos Bebés hablaremos sobre las contracciones de parto y cómo reconocerlas. Pero antes que nada: ¿sabes qué son las contracciones?
¿Qué son las contracciones?
Una contracción es un movimiento realizado por el músculo uterino que primero se tensa para luego relajarse. De esta manera, tu cuerpo se preparará para ayudar a nacer a tu hijo. Al tensarse, se genera presión en la parte superior del útero y se empuja al bebé hacia el canal de parto.
Por supuesto, no siempre que sientas contracciones serán contracciones de parto. Antes experimentarás las famosas contracciones de Braxton Hicks que «entrenarán» a tu cuerpo preparándolo para la gran función: el día del parto.
Contracciones de parto: ¿cómo se sienten?
Es muy difícil explicar cómo se sienten las contracciones de parto ya que cada mujer tiene un propio umbral de dolor e incluso, una percepción diferente del dolor. Algunas mujeres sostienen que las contracciones de parto se asemejan a fuertes dolores de ovarios, como los de la regla, pero mucho más intensos, mientras que otras las sienten como calambres en la parte baja del vientre o un dolor agudo en la zona baja de la espalda.
¿Cómo reconocer las contracciones de parto?
Seguramente te estés preguntando en qué se diferencian las contracciones de Braxton Hicks de las contracciones de parto. Las contracciones Braxton Hicks suelen aparecer durante el segundo trimestre del embarazo, con lo cual tendrás tiempo para familiarizarte con ellas. Pero más allá de esto, hay varias diferencias que debes tener en cuetna.
Las contracciones Braxton Hicks generan un dolor leve o moderado sin variaciones mientras que las contracciones de parto son fuertes y van aumentando en intensidad, justamente porque los movimientos del útero (esa tensión y posterior relajación que mencionábamos al principio del artículo) ayudan al bebé a bajar por el canal de parto, borrándose el cuello uterino, iniciando la dilatación y preparándose para la expulsión del bebé.
Otra buena manera de diferenciarlas es prestar atención a la frecuencia. Las contracciones de Braxton Hicks se producen de manera ocasional, muchas veces al cambiar de posición. En cambio, las contracciones de parto tienen un patrón definido que se repite en el tiempo: cada 10 minutos, cada 5 minutos, cada 2 minutos…
Eso no es todo. Las contracciones de parto generan un dolor que, como ya hemos visto, puede sentirse en la parte baja de la espalda y en el útero y que no se alivia, mientras que las Braxton Hicks se sienten como un endurecimiento de la tripa y se alivian con actividad física o cambio de posición.
Como ves, las contracciones de parto mantienen patrones muy fáciles de identificar. No te preocupes: ¡cuando las tengas, no tendrás ninguna duda!
Si estás evaluando experimentar un parto natural, no te pierdas nuestro post al respecto.