Los 5 peores enemigos de la siesta

La siesta es fundamental para los niños hasta los 5 años, al menos eso dicen los expertos y la verdad es que como mamás, ¡les apoyamos! Ahora bien, ¿sabes cuáles son los peores enemigos de la siesta de tus hijos? Los repasamos juntos en este post…

¿Por qué los niños deben dormir la siesta?

La realidad es que en general la mayoría de los niños necesita un pequeño reposo durante el día para llegar de buen humor a la noche. El cansancio puede generar irritabilidad, rabietas, inapetencia, hiperactividad y ansiedad. Por este motivo, los pediatras recomiendan que los peques duerman un rato luego de la comida.

Un par de horas de siesta ayudan al niño a llegar en buena forma a la noche, además… ¿sabías que los terrores nocturnos se asocian a niños excesivamente cansados? Otro motivo más para intentar que nuestros peques duerman la siesta.

Según la edad de tu hijo, puede necesitar una o más siestas. Por ejemplo, los peques duermen entre 4 y 6 horas de siesta hasta los 4 meses, bajando la cantidad a 4 horas sobre los 6 meses y entre 2 y 3 horas (en una o dos siestas) cerca del año. Los niños de 2 años necesitan dormir entre una y dos horas mientras que los de 3 años, necesitarían una hora u hora y media. Por supuesto, estos datos son estimativos. Hay niños que duermen mucho menos y se encuentran perfectamente y otros cuyo cuerpo les pide más horas de sueño.

Siesta: ¿cuáles son sus principales enemigos?

A qué edad hacer el cambio de la cuna a la cama
Vía: Eduardo Merille

1. No prestar atención a las señales

El momento de acostar al niño a dormir la siesta es fundamental. Apenas vemos que el peque comienza a mostrar señales de cansancio (frotarse los ojos, bostezar, estar inquieto), es hora de acostarle. Cuanto más tardemos en responder a su necesidad, más irritable se pondrá y más le costará dormirse. Sobre todo en el caso de los bebés mayores, esperar para dormir la siesta puede desembocar en una rabieta o directamente, en la negativa a dormir.

2. No tener una rutina de sueño

La bendita rutina… Volvemos a hablar de ella porque ¡es necesaria! Vale, algunos padres nos han comentado que la rutina no les sirve pero en muchos casos, sí es de utilidad. Muchos niños necesitan saber qué sucederá a continuación para evitar la ansiedad y el estrés. Conocer cómo se hacen las cosas puede ayudar a los peques a relajarse y sentir que «tienen las riendas de la situación».

El cambio del bebé de la cuna a la cama infantil
Vía: Abigail Batchelder

3. No generar el ambiente adecuado

Ayudar al niño a relajarse puede ser la clave para que concilie el sueño. Lo ideal es ir a la habitación cuando el peque empieza a estar cansado y disfrutar de unos minutos juntos haciendo alguna actividad que le permita relajarse, como leer cuentos infantiles o escuchar música relajante.

4. Permitir que los niños vean la tele antes de la siesta

¿Sabías que mirar la televisión, jugar a videojuegos o utilizar la tableta pueden dificultar que tu hijo concilie el sueño? Evita que tu hijo utilice cualquier artefacto electrónico antes del horario de su siesta para permitirle relajarse sin la hiperactividad mental que generan la tecnología.

5. Batallar para conseguir que el peque duerma la siesta

No entres en batallas ni en peleas de poder para lograr que tu hijo descanse. Explícale que es hora de descansar, mantén la rutina y muéstrate firme pero sin perder la calma. Puedes decirle que si duerme, luego harán tal o cual cosa juntos, por ejemplo. Si gritas o peleas con tu hijo, le pondrás nervioso y le costará más conciliar el sueño. Dialoga con él…

Esperamos que estos consejos te sean de utilidad, ¿tienes alguno para compartir con nosotros?

Imagen principal: Donnie Ray Jones

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