La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la introducción de cereales sin gluten, frutas o verduras de manera indistinta en la alimentación del bebé, por lo cual la decisión recaerá en la indicación de tu médico pediatra. Algunos nutricionistas aconsejan esperar un poco para introducir las verduras para bebés y hacerlo luego de los cereales y las frutas debido a su contenido de nitratos, oxalatos y fibra que puede forzar un poco el aparato digestivo y renal del peque. Pero como ya te dije: la decisión es de tu médico.
Hoy, en Menudos Bebés, vamos a ver cuáles son las verduras para bebés más apropiadas para iniciarse en el mundo de la alimentación complementaria y cuáles es mejor evitar durante algún tiempito…
Verduras para bebés: ¿cuáles introducir primero?
El bebé de 6 meses puede empezar a comer lentamente judías verdes, calabacín, calabaza, patata y boniato. Algunos médicos incluyen en esta pequeña lista la cebolla y el puerro, nosotros recomendamos su introducción con precaución ya que pueden producir gases. Lo mejor es comenzar de a poco, dándole al peque las verduras de una en una para ver si generan alguna molestia o alergia alimentaria. Si por ejemplo probáis con la crema de calabaza intentad que sea alguna de las recetas más simples, incorporando solo esta hortaliza, y poco a poco le podéis añadir alguna otra, como el calabacín o la zanahoria. Otra posibilidad es una crema de calabacín, siempre evitando de agregar alimentos grasos como por ejemplo la nata.
La zanahoria también puede introducirse sobre los 6 meses pero es aconsejable hacerlo en pocas cantidades ya que tiene altos niveles de nitritos. Algo similar sucede con el tomate, un alimento alergénico que suele provocar erupciones alrededor de la boca en los bebés susceptibles. El tomate puede darse a partir de lo 6 o 7 meses y si se observa alguna reacción, suspender su introducción hasta los 9 meses o el año. Consulta con tu médico al respecto ya que algunos especialistas prefieren esperar para la inclusión de estas verduras en la alimentación complementaria.
En cuanto a verduras tales como espinacas, acelgas, coles, espárragos, nabos, remolacha, apio o chirivia, lo ideal es esperar hasta el año ya que aportan muchos oxalatos y nitritos.
Aportes nutricionales de las verduras para bebés

Las verduras son sumamente importantes en la dieta del bebé (y de todos nosotros), debido a su gran aporte nutricional que incluye:
- vitaminas como vitamina C y betacaroteno o provitamina A, además de ácido fólico.
- fibra y pocas calorías
- sales y minerales como magnesio, potasio, hierro y calcio.
Recuerda que la introducción de verduras para bebés es parte de la alimentación complementaria que, como su nombre lo indica, complementa la lactancia materna o el consumo de leche del bebé y no al revés. Las verduras, frutas y cereales acompañan la lactancia, no la suplantan. De hecho, la leche materna aporta mayor cantidad de calorías que los alimentos mencionados, ¡incluso que las papillas que incluyen pollo!
Cómo preparar la primera papilla de verduras para bebés
Al igual que cuando preparas un puré de frutas, la papilla de verduras puede prepararse con leche, ya sea materna o de fórmula (la que el bebé tome habitualmente).
Puedes escoger las verduras en base a las recomendaciones de tu pediatra. Nosotros compartimos contigo una receta de verduras, pero puedes modificarla a tu gusto, mezclando las verduras que tu peque ya ha probado de manera individual y sabes que no le generan alergias ni intolerancias.
Pelamos y cortamos unos 100 gr. de patata (en trozos grandes para evitar que pierdan grandes dosis de minerales y vitaminas) y 50 gr. de judías verdes y las hervimos sin agregar sal. Recuerda que el agua ya debe estar hirviendo cuando introduzcas las verduras. Otra opción es cocinarlas al vapor. Luego, las trituramos junto con 100 ml. de leche. Incorporamos de 3 a 5 gr. de aceite de oliva virgen y miramos la textura. Si queremos que sea más líquida, incorporamos más leche; en cambio, si la queremos más espesa, podemos incorporar un cacito de cereales sin gluten.
Con el correr de los días, puedes incluir otras verduras como cebolla, calabaza… Calcula que el volumen total de papilla será de unos 250ml, aunque es probable que el bebé coma menos. ¡No lo fuerces! Cada cosa a tu tiempo, recuerda que el bebé puede necesitar probar un alimento hasta 10 veces antes de aceptarlo.
Si preparas más puré del necesario, puedes congelarlo; así frenarás la formación de nitratos y la oxidación de las verduras. Cuando quieras usarlo, sacas la porción de puré y la calientas junto con la leche, mezclando mientras tanto.
En el caso de que prefieras el Baby Led Weaning como método de introducción de alimentos, puedes darle a tu bebé trozos de patata, brócoli, boniato y otras verduras ya hervidas.