Miedos infantiles: 4 cosas a evitar cuando el niño tiene miedo

Los miedos infantiles son comunes, es decir que todos los niños los experimentan en mayor o menor medida. Ahora bien, ¿sabes cuáles son los miedos más comunes por edad? Hoy en Menudos Bebés, te lo contamos y además, hablamos sobre las 4 cosas a evitar cuando un niño tiene miedo.

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Miedos infantiles: ¿qué son?

Los miedos infantiles son los temores que la gran mayoría de los niños expresan buscando protección de sus papás. De manera general, podemos decir que suelen aparecer a partir de los 6 meses del bebé y extenderse durante varios años (pasando incluso los 8 o 9 años).

Descubrir el mundo, un mundo que les es desconocido, es lo que genera estos temores. Piensa que tu peque aún no es capaz de comprender todo lo que le rodea y día a día está expuesto a un sinfín de escenarios y cosas nuevas. ¿No te daría miedo en su lugar?

Cuáles son los miedos infantiles más comunes, por edad

Los miedos infantiles, al igual que tu hijo, irán evolucionando con la edad. Lo más habitual es que los niños de una misma edad sufran los mismos temores. Veamos cuáles son los más comunes.

  • A partir de los 6 meses y aproximadamente hasta el año: miedo a los ruidos fuertes, a los extraños y a separarse de sus padres (la famosa angustia de separación que suele expresarse entorno a los 8 meses).
  • Entre los 2 y los 4 años: miedo a los monstruos y brujas, al lobo, a los truenos y tormentas, a los animales, a la oscuridad, a los golpes o el daño físico y a separarse de los padres.
  • Entre los 4 y los 6 años: miedo a la oscuridad, a los monstruos, brujas y otros seres fantásticos y miedo al daño físico.
  • A partir de los 6 años: miedo a los seres fantásticos y a la oscuridad. Aparece el miedo a seres malvados como secuestradores y ladrones y poco a poco aparece el miedo a la muerte.

4 actitudes a evitar frente a los miedos infantiles

Lo más importante a la hora de enfrentar los miedos infantiles es intentar empatizar con los niños. Tus hijos realmente tienen miedo y se paralizan frente a tal o cual circunstancia. No lo hacen para molestarte ni para llamar tu atención. Como papis, debemos entender que los miedos forman parte del crecimiento: son normales y comunes a todos los niños (aunque algunos los manifiestan con mayor fortaleza que otros).

Frente a los miedos infantiles evita:

  1. Decirle a tu hijo frases como «no pasa nada», «pero no, eso no da miedo» o «es tonto tenerle miedo a XXX»: tus opiniones no cambiarán su miedo pero sí aumentarán su inseguridad. Diciéndole estas cosas lo único que lograrás es que se sienta pequeño e incomprendido. Es mejor que valores su miedo, le cuentes que de pequeño tú también tenías miedos pero que luego los venciste. Si tiene miedo de una bruja, puedes decirle que las brujas existen sólo en los cuentos o en las películas, pero no le digas que «no puede tener miedo de eso».
  2. Enseñarle a tu hijo a enmarcarar sus emociones: como adultos, muchas veces tendemos a guardarnos nuestros sentimientos. Si estamos angustiados o tristes, evitamos que los niños lo sepan. ¿Por qué? Somos el espejo en el que se miran nuestros hijos: si nos ven ocultar emociones, ellos harán lo mismo y se guardarán para sí sus miedos, evitando que podamos ayudarles a superarlos.
  3. Propiciar una situación que le da mieda al niño para que vea que «no pasa nada»: de esta manera puedes reforzar su miedo en lugar de minimizarlo. No le obligues a hacer lo que no quiere, dialoga con él, explícale por qué no es peligroso y deja que sea él quien decida cuándo «acariciar un perro», por ejemplo.
  4. Señalar riesgos en todo momento: por supuesto que debes proteger a tus peques y evitar cualquier riesgo de gravedad pero ¡evalúa el riesgo! Jugar al fútbol y caerse es un riesgo normal y necesario, caerse por las escaleras es un riesgo de gravedad. Señala aquellos que puedan generar verdadero peligro para la integridad de tu hijo, sino ¡puedes provocarle más miedos!

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Más información: Pequeocio

Imagen: ellyn.

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