El cambio de la cuna a la cama es un momento muy especial para los papis ¡y un gran paso en el crecimiento del bebé! Lo ideal es no apresurarse pero… ¿cómo saber cuándo llegó la hora de pasar de la cuna a la cama? Lo descubrimos juntos en este post…
Pasar de la cuna a la cama es parte de un proceso que se inicia cuando el peque comienza a gatear y luego a caminar, ¡es un paso más para aprender a ser un «niño mayor»!
Veamos juntos algunos consejos para que este cambio sea lo más fácil y exitoso posible…
Consejos para un cambio feliz de la cuna a la cama
1. Pasar de la cuna a la cama ¡cuando el bebé esté listo!
No hay una edad exacta para realizar el cambio. Algunos peques están listos sobre los 18 meses mientras que otros pueden continuar durmiendo en la cuna hasta ¡los tres años! No apures a tu hijo, mira sus señales y determina si está listo o no.
¿Cómo puedes saberlo? Muy fácil: si tu hijo ya es capaz de trepar y saltar la barandilla, ¡no lo dudes y pásalo a una cama! Estas aventuras que a muchos papis causan gracia pueden terminar en accidente así que llegado el momento, comienza a buscar una cama infantil adaptada a tus necesidades y presupuesto.
Por supuesto, este no es el único indicador. Mi hijo mayor por ejemplo se golpeaba contra la cuna mientras dormía ya un par de meses antes de saltar la barandilla (y eso que comenzó tempranito, a los 18 meses ya lo cambiamos a la cama). Si el bebé está incómodo y le falta espacio, es posible que notes ruidos de golpes durante la noche o que tu hijo comienza a tener más despertares.
Y finalmente, ¡ten en cuenta sus deseos! A veces los niños desean dormir en una cama de «mayores» porque su hermano tiene una cama y quieren ser como él. Si sabe bajar bien de la cama, quizá puedas iniciar el proceso.

2. El bebé necesita preparación para el cambio
Sï, como lees, por favor evita realizar el cambio de manera brusca, de un día para el otro. Algunos peques se sienten aliviados al dejar la cuna y encantados con la libertad que da una cama, mientras que otros pueden sufrir y sentirse molestos por el cambio.
Haz el paso de la cuna a la cama de manera progresiva… ¿Cómo? Si tienes lugar, puedes colocar la cama en la habitación y empezar porque tu peque duerma allí las siestas y por la noche en la cuna. Nosotros no teníamos espacio en casa y el paso lo hicimos un poco más rápido pero antes conversamos mucho con mi hijo, diciéndole que ya era mayor y leyendo con él cuentos donde los personajes también «se mudaban» de la cuna a la cama.
Eso sí, si el peque ha tenido algún cambio importante en su vida, te recomiendo demorar el pasaje. La llegada de un hermanito no es momento para dejar la cuna, piensa que tu hijo puede pensar que «el nuevo» le roba lo que es suyo…
3. Deja que el peque elija su cama
A menos que al preparar la habitación del bebé hayas optado por una cuna convertible, ¡deberás salir a buscar una cama para tu hijo! Deja que él la elija, por supuesto, ¡bajo tu guía! Permite que te acompañe a ver camas, muéstrale las que a ti te gustan y deja que él escoja entre un par de opciones (aprobadas por ti, claro).
No olvides comprar una barra protectora si piensas elegir una cama individual tradicional. En el caso de las camas infantiles, quizá no sea necesaria porque suelen ser más bajas para permitir que los peques suban y bajen con mayor autonomía y menor riesgo.
4. ¡Sigue la rutina!
¿Tienes una rutina de sueño con tu hijo? ¡Síguela! Conocer qué sucederá luego de cada paso que se da es fundamental para que tu peque se acostumbre rápidamente a la cuna.
¿Un último consejo? Si tu hijo no duerme bien en la cama, no te preocupes. Dale tiempo y si no se encuentra cómodo, no pasa nada por volver a la cuna y probar más adelante.
Imagen principal: Eduardo Merille