Los cólicos del lactante son uno de los grandes temores de los padres y quienes han visto a su bebé padecerlos ¡suelen decir que es terrible! Hace un tiempo hablamos sobre los cólicos de los bebés, os explicamos qué son y os dimos algunas recomendaciones para aliviarlos.
Hoy volvemos sobre el tema para daros consejos para aliviar al bebé alimentado con leche materna. ¿Descubrimos cómo podemos minimizar los cólicos del lactante?
Los cólicos del lactante que se alimenta con el pecho
El concepto de cólicos del lactante está muy extendido, tanto que casi cualquier estado nervioso de un bebé que se manifiesta por llantos incontrolables durante un largo período de tiempo, es habitualmente llamado cólico. De hecho no se sabe exactamente a qué se deben los cólicos y por ende, es bastante difícil evitarlos.
Sin embargo, sí se sospecha que existen tres situaciones que pueden aumentar la posibilidad de que el bebé alimentado con leche materna padezca cólicos:
- el bebé toma demasiada leche del principio y poca leche rica en grasas: esto sucede cuando la madre pasa demasiado rápido al bebé de un pecho al otro sin dejar que termine la leche del primer pecho. Así, es posible que el bebé reciba pocas grasas durante la toma, solicitando leche de manera seguida (ya que la leche del comienzo es rica en lactosa y se digiere rápidamente) y regurgitanto.
- la madre tiene un reflejo fuerte en la bajada de leche: el bebé se coge al pecho pero luego lo suelta, tosiendo y derramando la leche. Esta situación puede producirse porque la leche sale con demasiada potencia y luego, el flujo disminuye. Entonces el bebé se muestra irritable y al llorar, traga aire.
- la leche materna tiene proteínas extrañas: esto no es malo. La leche materna contiene proteínas como la proteína de leche de vaca que puede ser difícil de digerir para algunos pequeños.
Veamos entonces qué podemos hacer para minimizar las posibilidades de que el bebé padezca cólicos del lactante en cada caso.
Consejos para evitar los cólicos del lactante
A continuación te damos algunas recomendaciones para mejorar las tomas del bebé y así, disminuir las probabilidades de molestias estomacales e instestinales. Como te dije anteriormente, los cólicos son una molestia cuyos factores desencadenantes no están absolutamente probados, por lo cual estos consejos no son «infalibles» aunque sí pueden ayudarte a mejorar la situación:
- No controles el tiempo de la toma: deja que el bebé mame todo el tiempo que desee de un pecho hasta que lo suelte espontáneamente o se quede dormido. De esta manera, ingerirá toda la grasa necesaria, disminuyendo el trabajo de los intestinos para digerir la lactosa, algo que puede generar molestias intestinales como deposiciones explosivas e incluso, llantos.
- Alimenta a tu hijo antes de que llore o esté muy ansioso: así evitarás que trague aire (piensa que todo lo que entra en el cuerpo, debe salir).
- Verifica que tu bebé coge bien el pecho enganchando pezón y areola: observa la colocación de la nariz y el mentón con respecto al pecho y asegúrate de que sus labios se invierten, haciendo sopapa e impidiendo la entrada de aire.
- Da el pecho en un lugar tranquilo y relajado para evitar distracciones.
- Suspende la ingesta de alimentos lácteos para verificar que tu hijo no tenga alguna intolerancia alimentaria: algunas veces, la suspensión de lácteos de la madre mejora el cuadro de cólicos del bebé. Haz la prueba durante unos 10 días y toma nota de si hay o no mejorías. Algunas mujeres sostienen que la suspensión de alimentos tales como la carne, el plátano o los brócolis han resultado en una mejoría de los cólicos del lactante.
- Da el pecho semi-acostada o de lado para evitar que la bajada rápida de leche afecte a la lactancia.
Como ves, aliviar los cólicos del lactante no es una ciencia exacta. Prueba con estos consejos para ver si la situación mejora. En todo caso, ¡mucha paciencia y amor para acompañar a tu hijo en este momento!
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