Hace unos días, hablamos sobre el triple screening, un estudio de sangre que se realiza durante el primer trimestre del embarazo y que permite estimar los riesgos de trisonomía 21 o Síndrome de Down del bebé. En aquellos casos en que el riesgo estimado sea igual o inferior a 1/250, el médico puede recomendar una amniocentesis.
Pero… ¿qué es la amniocentesis? ¿Implica riesgos para la mamá o el bebé? ¿Para qué sirve? Hoy, en Menudos Bebés, te invitamos a descubrir todo sobre la amniocentesis.
¿Qué es la amniocentesis?
La amniocentesis es un estudio diagnóstico prenatal que se realiza a partir de la semana 16 del embarazo y detecta problemas genéticos y anomalías congénitas en el bebé. Se realiza mediante una punción en el vientre con una larga aguja, encargada de extraer una pequeña cantidad de líquido amniótico del saco que rodea al bebé. Luego, de ese líquido, se extraerán células fetales que se usarán en el estudio genético.
Por norma general, antes de realizar la punción se realiza una ecografía que permite al médico ver cómo está ubicado el bebé en el útero. Aproximadamente unas 2 semanas más tarde, el médico recibirá los resultados de la amniocentesis.
¿Para qué se realiza la amniocentesis?
La amniocentesis se utiliza para detectar si existe algún problema de cromosomas como el Síndrome de Down u otras anomalías como el Síndrome de Turner o Síndrome de Klinefelter. Ten en cuenta que el triple screening sólo presenta un marcador que señala un riesgo, no da un diagnóstico, mientras que la amniocentesis diagnostica son una exactitud de más de 99%.
Además de detectar estos problemas cromosómicos, la amniocentesis puede descubrir fibrosis quística, defectos del tubo neural y otros centenares de trastornos. A pesar de servir para descubrir cientos de problemáticas, no detecta todos los defectos congénitos, es importante tener esto en cuenta.
Riesgos de la amniocentesis
Los riesgos de realizar una amniocentesis son:
- Infección o lesión del bebé
- Escape de líquido amniótico
- Sangrado vaginal
- Aborto: en este punto, los médicos no llegan a una conclusión unánime y las estimaciones varían. El Colegio Norteamericano de Obstetas y Ginecólogos sostiene que el índice de aborto al realizar este procedimiento es de entre 1 en 300 y 1 en 500. Esto se debe a que la amniocentesis puede generar contracciones. Por este motivo, se suele recomendar un reposo de entre 24 y 48 hs. después del procedimiento.
Si tu médico te recomienda la realización de una amniocentesis, déjate aconsejar por él y solicita una segunda opinión para informarte al respecto. Sólo tú y tu pareja saben si correrían el riesgo de realizarla o no y cómo actuarían ante una amniocentesis positiva.
Imagen: Eugene Luchinin