Estás embarazada, ¡enhorabuena! Has ido al médico y te ha recomendado beber mucha agua cada día y llevar una dieta saludable para embarazadas, evitando el tabaco, el alcohol y los medicamentos no recetados…
Pero, como siempre suele suceder, todo el mundo tiene algo que decir al respecto: «ahora tienes que comer por dos», dice la abuela y… ¿acaso tiene razón?
Hoy hablamos de los mitos de la alimentación en el embarazo. ¿Me acompañas a descubrirlos?
Alimentación en el embarazo: ¿verdad o mentira?
«En el embarazo necesitas comer por dos»
Mentira: si bien es cierto que en el embarazo aumentan las necesidades calóricas, el aumento es muy leve. No es necesario comer por dos sino simplemente comer unas 300 calorías diarias extra. ¡Presta atención a la calidad más que a la cantidad! Recuerda que un excesivo aumento de peso puede desatar una diabetes gestacional.
«No dejes de cumplir tus antojos o el bebé nacerá con manchas»
Mentira: no es cierto que un antojo no cumplido cree una mancha de nacimiento. Los antojos pueden ser tanto necesidades alimentarias de la madre (por ejemplo necesitar comer chocolate porque una tiene bajo el nivel de azúcar) pero también pueden ser simples deseos. Disfruta de ellos ¡pero sin abusar!

«Come todos los vegetales que encuentres porque son muy saludables»
Verdad a medias: los vegetales, por supuesto, son saludables al aportar un sinfín de nutrientes diferentes según su variedad. Sin embargo, algunos como la col o la coliflor pueden alterar el funcionamiento de la tiroides en algunas embarazadas. Y no sólo eso, algunos vegetales pueden producirte molestos gases. Presta atención a tu propio metabolismo y en base a ello, adapta los vegetales de tu alimentación en el embarazo.
«Un par de cigarrillos al día no le harán daño a tu bebé»
Mentira: los componentes del cigarrillo son nocivos, no importa la cantidad que ingieras. Es por este motivo que el médico te aconseja evitar totalmente el tabaco.
«Bebe mucha agua para aumentar el líquido amniótico del bebé»
Mentira: el líquido amniótico no aumenta en relación al agua que ingieras sino que es generado por el cordón umbilical y la placenta. Beber agua es importante por otros motivos como evitar la deshidratación o el estreñimiento.
«No consumas limón ni perejil, que eso puede producirte un aborto»
Mentira: el aborto se produce por causas ajenas al consumo de limón o perejil. En el caso de una pérdida del embarazo, esta se deberá a razones de morfología del embrión, por ejemplo, no a que hayas ingerido limón que por cierto, es una excelente fuente de vitamina C.

«Ufff, ¿un gato en casa? Embarazada como tú, yo lo regalaría, por el riesgo de toxoplasmosis…»
Mentira: es cierto que los gatos pueden ser transmisores de toxoplasmosis pero si eres dueña de un gato, ¡no tienes por qué regalarlo! Asegúrate de que tu gato no salga de casa, no coma carne cruda ni pueda cazar, evita su contacto con tu comida y por nada en el mundo, limpies sus heces de su caja. Ten cuidado además con tu alimentación en el embarazo, evitando el consumo de pescados y carnes crudas, así como también asegurándote de lavar bien los vegetales y las frutas. En el post sobre toxoplasmosis te aclaramos todas las dudas y te contamos cómo cuidarte.
«Come sin sal para evitar la retención de líquidos»
Mentira: es recomendable moderar el consumo de sal pero no suprimirlo por completo a menos que tu médico así lo indique. La sal aporta sodio, un mineral muy necesario para nuestro organismo, y si utilizas sal yodada, además estarás aportando otro nutriente esencial durante la gestación.
«Nada de grasas en la alimentación en el embarazo»
Mentira: las grasas, al igual que el azúcar, el sodio y otros nutrientes, es necesaria para el organismo. El tema está en la necesidad de grasas que tu cuerpo tiene. Lo mejor es incorporar en la alimentación en el embarazo una mayor cantidad de grasas poliinsaturadas (que puedes encontrar en el marisco y el pescado, e incluso en los aceites de semillas como el girasol o el maíz), seguido por las grasas monoinsaturadas provenientes de las carnes de aves y el aceite de oliva y limitando el consumo de grasas saturadas (contenidas en la carne, los embutidos y los lácteos).
Prueba esta receta: chipirones a la plancha
«Aprovecha para comer chocolate: el chocolate hace que tu bebé se mueva y así sabrás si está bien, además de darte un gusto»
Verdad a medias: si bien es cierto que el chocolate produce que tu hijo se mueva y permite verificar que el peque se encuentra bien (en algunos casos donde no se siente al bebé durante un tiempito, los médicos pueden indicar comer algo dulce para corroborar que el niño está bien), no es recomendable consumir mucho chocolate en el embarazo debido a su alta cantidad de azúcar y a que es un excitante que puede producirte problemas para dormir e incluso acidez.
Como ves, existen muchos mitos sobre la alimentación en el embarazo. No te quedes con lo que te comentan, consulta siempre con tu médico para corroborar las informaciones.